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El pasado 5 de octubre Juan Luis Cebrián, presidente del grupo PRISA, anunció a su plantilla el despido de 149 trabajadores, el 30% de El País. El ERE ha supuesto un jarro de agua fría tanto para los afectados como para el gremio del periodismo. Además, a los “afortunados” que no han sido despedidos se les ha reducido el 15% de su salario.
El País es uno de los pocos periódicos que todavía obtiene beneficios de venta, a pesar de la crisis que está sufriendo la prensa escrita. Por ello este ERE está tan injustificado, sobre todo, si a esto le sumamos que el mismo Cebrián cobró 13 millones de euros en 2011. El presidente tuvo la osadía de decirles a los trabajadores que ya no podían «seguir viviendo tan bien». Por tanto, los que verdaderamente han trabajado por sacar el periódico adelante son los que han sufrido el resultado de la mala gestión de “una sola persona” y su afán por anteponer el negocio al periodismo de calidad.
Como apuntan varios periodistas (véase Ramón Lobo o Javier Pérez Albéniz), los medios de comunicación se dirigen hacia un “periodismo sin periodistas” donde prima la figura del empresario. Esto supone un paso atrás en la lucha por la libertad de información.
Por no mencionar el trato de Cebrián a los periodistas veteranos, a los que sin pelos en la lengua les dijo que no estaban capacitados para trabajar con las nuevas tecnologías. ¿En vez de despedir a estos profesionales, no sería mejor combinar su vasta experiencia con los nuevos medios?
Qué está pasando con aquello de dar al lector lo que quiere. Parece que se está olvidando que el usuario es la pieza clave del mundo de la información. La gente quiere periodismo humano. Los lectores no quieren comprar el periódico y leer lo que ya han podido leer en Internet, lo que buscan es algo nuevo, algo a lo que no hayan podido acceder. «La gente pagará por historias, pero sólo por buenas historias», señala Javier Espinosa, corresponsal de El Mundo en Oriente Próximo.
Y ahora es el momento de darle a los lectores lo que piden, es época de cambio e innovación. Los jóvenes periodistas son los que pueden y deben cambiar la situación. Es hora de sacar el periodismo adelante creando nuevos medios, medios con periodistas.
Que el ERE de El País no sirva para desmotivar, sino para dar más fuerza al periodismo.
Grupo 12 